17/9/12

Las Médulas, 21/08/2012.

Las Médulas
Esta ruta circular la improvisé con mi amigo Pablo, de 11 años, que me acompañó en el viaje de ida y que haría lo mismo en el de vuelta a Sevilla. Con él haría esta ruta y otras dos más durante los dos últimas días de mis vacaciones estivales.

Fui a recogerlo a Villar de Otero, en El Bierzo, desde el Lago de Sanabria, por una suerte de carreteras de montaña que atraviesan, por ejemplo, el pueblo de Truchas. De camino me entristeció la observación de un ingente incendio.

Nuestra primera intención era la de hacer una ruta circular de 12 km que une Orellán, Carucedo y el pequeño pueblo de Las Médulas, pero yo portaba una paupérrima información sobre ella.

Llegamos a la pequeña localidad a las 10 para obtener más información en el centro de visitantes, pero éste no abría hasta las 11, hora intempestiva. Había mucha gente por allí que también andaba desorientada ¡País...! A partir de ahí todo resultó un poco caótico, pero nos contentamos con los aproximados 8 km recorridos, donde ascendimos más de 300 m y visitamos las cuevas más próximas al pueblo.

Al final del municipio, y pasada la oficina de turismo, un poste nos da dos opciones. Visitar un par de cuevas o ir hacia el Mirador de Orellán pasando por el de Pedrices.
Poste señalizador
Yo no quería hacer una visita puramente turística, sino dar un paseo, así que decidí, improvisando, ir hacia los miradores y buscar posteriormente un camino hacia Orellán y Carucedo.
Mirador de Pedrices
Empezamos a ascender entre castaños bien añosos hasta el primer mirador, el de Pedrices. Pronto tuvimos una buena panorámica del contorno, incluido el núcleo mayor de médulas y el pueblo en su base:
Las Médulas pueblo y formación montañosa

Subimos por un ancho camino carretero, teniendo a nuestra izquierda las Médulas de Yeres y el Pico Reirigo. Aquí es donde mi móvil agotó su capacidad de 2 gigas para realizar más fotos. Éste era la vigésima  jornada de excursiones consecutivas y las fotos que hice fueron muchas, sí.

Continuamos subiendo hacia el Área Recreativa de Braña, donde reposamos bajo una ya antes ansiada sombra.

El camino carretero cambió de dirección y nos ofreció dos opciones: Caminar hacia el mirador de Orellán, que lo teníamos cerca y a la vista, o ir hacia las cuevas de La Encantada y La Cuevona por un sendero que descendía por el monte.

Decidí visitar las cuevas antes de seguir hacia el Mirador de Orellán y, tras él, buscar la continuidad hasta Carucedo, pero mi sorpresa fue que ahora descendíamos seriamente alejándonos del mirador. Pensé en regresar, mas acabamos bajando hasta encontrarnos con la Senda de Las Valiñas, pequeño circuito en el que pueden visitarse las cuevas. A nuestra izquierda se hallaba la Fuente de la Tía Viviana, que estaba seca. Abortamos, pues, nuestros planes primigenios y completamos la Senda de Las Valiñas tras visitar las dos cuevas susodichas.

Si hubiésemos tenido este plano habríamos realizado otro recorrido, pero nos contentamos, como dije, con el que hicimos. Eso sí, fue una verdadera lástima no haber visitado la galería ubicada en el Mirador de Orellán, pero otra vez será.







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